La primera visita a Tailandia

3 minutos de lectura     March 17, 2015

He titulado el post como la primera visita, porque ahora mismo nos encontramos en la segunda visita :) La primera vez que cruzamos a Tailandia fue antes de visitar Laos, y las sensaciones no son las mismas. Veníamos de Myanmar, con el cúmulo de sensaciones de todos los países anteriores, y fue un shock vover a ‘la civilización’.

En el mapa se ve el recorrido del norte, y hay un punto perdido al sur. Como vino la familia, cogimos un avión para ir a la playa y después volvimos a Chiang Mai haciendo escala en Bangkok, a Javi casi le da algo jejeje.

La ruta

Llegamos de Myanmar por Mae Sot y subimos por la carretera 105 pegada a la frontera de Myanmar hasta Chiang Mai. Esta carretera es muy bonita y, aunque hay algún trozo en obras, en general está bien.

Ruta 105
La ruta 105 del norte de Tailandia que bordea junto a la frontera de Myanmar.

Una vez en Chaing Mai vino a vernos la familia. Estos 10 días los conté en el post anterior así que, por no aburrir, sólo comentar que bajamos en avión hasta Krabi de ahí que aparezca un punto en el sur de Tailandia.

Playa de Krabi
Estuvimos 4 días en Kabri disfrutando de la playa.

Cuando volvimos a Chiang Mai de nuestra visita a Krabi queríamos visitar la zona Mae Hong Son porque nos la habían recomendado. Así que cogimos la moto y subimos por la ruta 108 hasta allí. Por el camino nos pilló la Nochebuena. En Tailandia no se celebra mucho, sólo los turistas, así que tomamos unos noodles en uno de los puestos de la calle y nos fuimos a dormir a las 23:00. Disfrutamos de esa Navidad tan atípica. Muchas veces inconscientemente damos importancia a unas cosas muy pequeñas como son las tradiciones. Están genial vivir unas navidades así, donde esos días señalados en el calendario son un día más, sin ninguna importancia, un cambio de cultura que nos hace ver la nuestra desde otra perspectiva.

Nochebuena en un puesto de Tailandia.
Nochebuena en un puesto de carretera acompañados por cinco tailandeses y dos cervezas.
Atardecer en Mae Hong Son.
Atardecer en Mae Hong Son.

Después nos metimos en la ruta 1095, una ruta muy famosa por la gran cantidad de curvas que tiene, ¡¡en 260km hay 1864 curvas!! La zona es realmente bonita con mucha vegetación y puertos de montaña. Recorriendo esta carretera paramos en Pai donde nos juntamos con Conchi y Jaime, una pareja española que habían venido a Tailandia para recorrerla en moto. Tomamos unas cervezas con ellos y pudimos compartir anécdotas de viajes. Son una pasada, ¡se han recorrido medio mundo en moto! Luego nos enteramos que son los fundadores de los Encuentros de Grandes Viajeros que se celebran todos los años en España. El año pasado estuvimos apunto de ir, pero nos coincidió con todos los preparativos del viaje y no pudimos.

Cervezas con amigos.
Tomando unas cervezas con Jaime y Conchi en Pai.

Camino a la frontera pasamos por Chiang Rai, sólo estuvimos de pasada, pero disfrutamos de su reloj dorado que cambia de color por la noche (no éramos los únicos, todo el mundo se paraba para fotografiarlo :D).

Reloj dorado en Chiang Rai.
Reloj dorado en Chiang Rai que cambiaba de color por la noche.

Cruzamos a Laos por el norte, en Chiang Khong. Ha sido la frontera más conflictiva hasta ahora de las que hemos tenido que cruzar, aunque sólo fue porque nos tocó esperar más de dos horas porque nos negamos a pagar unos 500 bath (alrededor 15€) extra por escoltarnos para cruzar el ‘peligrosísimo’ Puente de la Amistad. Pero ya lo contaremos mejor en un post sobre las fronteras del Sudeste Asiático porque, en general, tienen bastante chicha ;)

Tailandia ha sido como una pausa dentro del viaje, nos resultó fácil adaptarnos a la forma de vida y a todas las comodidades que tiene. Entrar en Laos nos volvió a despertar, volvieron las carreteras sin asfaltar, las señas con los brazos y ¡¡las comidas más raras que hemos probado en todo el viaje!!